La omertà del periodismo

El artículo 20 de la Constitución Española reconoce y protege el derecho a “expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones”. Dice también que “el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa” y establece como límites la ley y el “derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia”.

¿Pero se cumple realmente el artículo 20? Veamos. Por una parte, cadenas como Telecinco o Intereconomía violan esos derechos (intimidad, imagen…) a diario sin que nunca o casi nunca sufran un castigo legal por ello. Por otra, expresiones de sana (y a veces evidentemente satírica) disidencia democrática son castigadas en base al muy ambiguo “derecho al honor”.

Colmo de los absurdos, el Estado, supuesto garante de la libertad de expresión, ha fomentado (y fomenta) la censura política en la práctica totalidad de las televisiones públicas. Tanto es así que buena parte de la ciudadanía entiende que las televisiones autonómicas son “del gobierno de turno”, idea que muchos enarbolan ahora para justificar su privatización.

¿Pero acaso los medios privados están exentos de censura? Todos sabemos que cada medio promueve una determinada ideología, y que contrata a sus directores, editores y columnistas en función, entre otros, de ese parámetro. Pero hay algo más. Uno de los aspectos menos comentados de la censura contemporánea es la mordaza comercial que las empresas, sobre todo las grandes, ejercen en los medios con publicidad (y esto vale para los públicos y los privados). Basta hablar con un periodista para que, a eso de la tercera copa, te suelte un “estamos secuestrados por comercial”, afirmación con tantas lecturas como letras.

La mordaza comercial se basa en un mecanismo muy sencillo: castigo y recompensa. Si hablas bien de mi empresa (o la obvias), tendrás mi publicidad en tu medio. Si hablas mal, no tendrás publicidad. Las grandes marcas -que invierten toneladas de pasta en los medios de comunicación tradicionales- son, por tanto, las que con mayor efectividad pueden usar y usan estos mecanismos de censura que todos los medios han sufrido en alguna ocasión. Una censura de la que nadie o casi nadie habla en los medios de comunicación. Una censura silenciada por una especie de omertà periodística.

Esta ley de castigo y recompensa deriva inevitablemente en una autocensura por parte de los responsables de los medios, que prefieren evitar airear las vergüenzas de las grandes marcas y, por tanto, de los lobbys. Cuando una información se aproxima a esa línea roja (como ha ocurrido con el indulto a Alfredo Sáenz) los medios extreman las precauciones, particularmente en la sección de opinión. Iñaki Gabilondo, sirva como ejemplo, dedica a este tema los últimos 15 segundos segundos de los 3 minutos 39 segundos que dura su video-columna. Sin mencionar al Banco Santander, por supuesto.

En estos tiempos en que el periodismo sufre una muy seria crisis de liquidez y esperanza, la disidencia, la crítica y la libertad de expresión son un lujo que ningún grupo de comunicación puede permitirse.

26 comentarios

  • Lo que dices es cierto, pero tiene solución. Este blog, por ejemplo, es una solución. Cada vez es menor el control real que se ejerce sobre la información, porque cada vez hay más canales libres. Y habrá otras formas de que esa otra censura acabe por carecer de efectividad. Sí, soy un optimista, pero no lo puedo evitar, está en mis conexiones sinápticas…..

  • No es por hacer la pelota, pero el único programa que recuerdo que se haya atrevido a meterse con las marcas fue Escépticos, especialmente en la última edición. Bravo por vosotros. ¿Alguna empresa se picó por ello? ¿Se anuncia por ejemplo Actimel en la etb?

  • Pero que no lo hagan con nuestros impuestos. Si una empresa televisiva pública fuese rentable, sería otra cosa. Que gestionen sus recursos. Y punto. Pero una empresa privada puede vender toda la porquería que quiera.

  • El problema es que los medios se han dejado absorver por un sólo modelo de negocio: gratis o casigratis (pagar un euro por un diario es gratis, por mucho que nos pueda parecer. No pagas ni el papel)
    Este modelo de negocio implica que los anunciantes pagan el 100% del medio. Es decir, el negocio está en «vender» lectores a las empresas que pagan.

    Por esto es tan importante desarrollar nuevos modelos de negocio ahora más que nunca. Los medios de pago completo, los medios públicos, los medios sostenidos por donaciones, los medios sostenidos por una sola empresa o los medios cooperativos, y todas las combinaciones de ellos que se quiera, son modelos de negocio factibles y apuestas de futuro.

    Todos estos modelos se darán en el futuro y cuanto antes ocurra mejor, de lo contrario es posible que veamos buenos medios desaparecer por miedo a dar un paso adelante y afrontar la realidad.

    PD. Qué raro me resulta escribir un comentario tan serio en este blog.

  • Modelo inglés: ¿quieres ver la tele? Paga tu impuesto. Ver la tele no es un derecho universal. Mucha gente descubriera quizá algún horizonte nuevo en su vida. Hace cuatro años que no tengo el aparato; nunca he tenido esta sensación de aprovechar tanto el tiempo.

  • Y por esto mismo que mencionas me gustó tanto que TVE se viese liberada de las «cadenas» publicitarias. Esperemos que no consigan politizarla.

    Pero espero también que este artículo sea un poco autocrítico. Me refiero… ¿por qué sólo hay instituciones, personalidades o expertos vascos o del País Vascos en «Escépticos? Seguro que hay expertos de mayor prestigio accesibles en otras partes de España, de Europa o del mundo. La cuestión es sencilla, los «grilletes» políticos son tan importantes como los publicitarios.

    Dicho desde la admiración de una persona que te sigue con asiduidad.

  • El problema es fundamental. Para realizar una investigación «periodística» y aflorar vergüenzas hace falta capital. El capital se lo dan las marcas anunciantes a los medios, si este capital lo dedican a decir lo que tienen que dicen les cortan el capital, resumen, a lo fácil y poco controvertido y si hay que disfrazar algo se disfraza. El problema es que es un modo de vida.

    Está claro que blogs como este, destapan vergüenzas, aunque la realidad es que cada uno tenemos nuestros sesgos, ideas y aún sin querer perdemos la objetividad.

    Mi visión es que no te puedes conformar con consultar un único medio, hay que comparar buscar y ser crítico con lo que lees y con uno mismo. En principio con esto por lo menos te puedes hacer una idea de por donde van los tiros…

    Normalmente disiento de tus opiniones, pero esta vez te doy un 100 %

  • Si hay alguien intocable en toda España no es ni la Casa Real, ni Botín, ni JL Moreno ni el capo de la Mafia Rusa en Alicante. Si hay algiuen intocable en toda España és es El Corte Ingles.

  • ¿Y todo este pedazo de post para atizarle en la crisma al pobre Iñaki? En fin, entre vascos queda la cosa.

  • Lo flipo. Lo que late bajo el razonamiento de este blog es que un medio PRIVADO no puede ejercer la influencia en el sentido que decida su propietario. Es el vicio hispano (más bien de todo el sur) de creerse con derecho a meterse en la vida de los demás.
    Si Intereconomía decide invertir su poder de influencia contra el aborto, porque están en contra de él, eso es malo, egún este blog (debe ser porque no le gusta Intereconomía o los antiabortistas).
    Si es que en España, ni siquiera comprendemos la democracia. Somos un país de porteras, cotillas y dictadorzuelos (eso sí, con ropa «casual» para parecer muy libertarios).
    La opinión se configura gracias a la legítima lucha de fuerzas de influencia entre los agentes intervinientes, y lo que es ilegítimo es que tome partido en ese juego desde los dineros de todos, desde los dineros públicos o con violencia.
    Dios, si esto este blog representa la reserva intelectual de spaña, que dios nos pille confesados.

  • Sergio, ¿esperas que el PP «no consiga politizar» TVE? Pero cómo se puede ser tan … No tengo palabras.
    El autor de este blog se paga (eso espero) el coste del alojamiento web, y dedica su tiempo a verter opiniones sobre cosas, y eso que le «mete» al blog.
    Es libre de defender la opción que libremente elija, aunque en mi opinión esté equivocada, por eso puedo leerlo, criticarlo (que es lo que hago) o pasar completamente de él, o poner un blog para desmentir sus argumentos.
    Es sencillo de entender en ciertas latitudes, aquí se clama a la primera de cambio que se cierre Intereconomía, y se acepta que se tomen medidas de represión desde los poderes públicos hacia ellos.
    Panda de cavernícolas.

  • Sergio, el problema es que TVE tenga que liberarse de algo. El problema es que TVE exista. Están dedicando dinero público a hacer series o emitir películas taquilleras SIN publicidad, mientras una cadena privada tiene que competir en audiencia con ella, evidentemente teniendo que meter publicidad. Es una competencia desleal, y además humillante, pues parte de los impuestos que recibe TVE los pagan las cadenas privadas.
    TVE tendría que dedicarse exclusivamente a las noticias de interés administrativo, como el BOE.
    Si en el BOE hubiera columnas de opinión, páginas del corazón, etc, tal vez entenderías lo vil que es lo que hacen, pero como lo ves por la tele, pues te parece lo más normal.
    Joder, hay que darle un poco a la cabeza con cabeza, por dios, que nos emborregamos a la primera de cambio.

  • Dear usted: «grupo de comunicación»?.
    Y eso, qué é lo que é?
    Ah, periodistas?
    Sí, eso es cierto, hay pocos periodistas que puedan permitirse ser libres y por aquí ya hay experiencia, a que sí?. Pos es que la vía es así. Y hay three opciones:
    a) te quedas fuera del sistema
    b) aguantas en el sistema soltando puyitas cada vez que se tercia
    c) te rebotas con otros compañeros y os atrevéis a montar un partido político nuevo y unos medios de comunicación nuevos.
    That´s all.

  • Gabilondo le dedica 15 segundos y tú medio párrafo. Y a él lo escuchan más de cuatro gatos. Así que tampoco te las des de digno.

  • Para empezar Javier… yo no he hablado de PP, ni de partido alguno, simplemente he dicho que no quiero que la politicen.

    Por otra parte, esas son tus consignas, las mías son otras. A ti te parece fenomenal dejar que la libre competencia mande, que el capital sea el eje vertebral de nuestra existencia, a mí NO. Y me gustaría una televisión pública en la que se muestren los datos sin maquillar, una televisión pública en la que se pueda ejercer un periodismo de rigor y de calidad. Porque la información, NO ES GRATUITA. Y una información lo más libre posible de carga ideológica tiene un precio, que son los impuestos, pero también un beneficio: el libre pensamiento. Y como ciudadano, te puedo asegurar que el beneficio del libre pensamiento es infinitamente superior al coste de tener una televisión pública.

    Por otra parte, que yo sepa nadie pide el cierre de Intereconomía (y el que lo haga es un radical). Simplemente se pide que mantengan el respeto, la compostura y cierto saber estar en esas tertulias en las que se recurre a la bajeza del insulto y la descalificación personal. Lo que la mayoría hace con Intereconomía no es pedir su cierra, sino criticar lo que ahí se expone. Y eso es tan lícito como que ellos puedan pensar lo contrario.

  • El verdadero problema es una opinión pública aborregada sin espíritu crítico ni escepticismo natural ante la información. El consumidor de medios es quien debe definir qué se cree y qué no basándose en su propio criterio y, con esto, definir el monto de credibilidad que le otorga a cada medio, o mejor, a cada informador, independientemente de la plataforma usada para difundir su mensaje.

    La Libertad de Expresión no debe ser cercenada, pero es absurdo pensar que no se practica la «censura» o el «filtro» sesgado del equipaje ético de cada comunicador.

Deja un comentario

Tu e-mail nunca será mostrado o compartido. No olvides rellenar los campos obligatorios (marcados con *) o conectarte.