Crítica de Independence Day por un columnista de derechas

En esta cinta de 1996, Roland Emmerich construye un sólido e hiperrealista relato de una pésima gestión de crisis por parte de un gobierno incompetente.

La película arranca con una clara muestra de desidia institucional. A pesar de que la NASA lleva años advirtiendo de una posible invasión extraterrestre, la llegada de los platillos volantes sorprende al Ejecutivo sin ningún tipo de plan ni previsión.

Conviene recordar que el proyecto SETI (Search For Extra Trerrestrial Intelligence) inició su andadura en la década de los 70. Desde entonces, han sido muchos los científicos e instituciones internacionales que han avisado de las terribles consecuencias que tendría para nuestra salud y nuestra economía el contacto con seres de más allá de nuestra galaxia.

El gobierno, sin embargo, hizo caso omiso de todas estas advertencias, minimizando irresponsablemente la gravedad de una eventual invasión. Durante las primeras horas de crisis, el presidente se limita a lanzar mensajes tranquilizadores en lo que solo puede definirse como una temeraria improvisación o una muestra de manifiesta incapacidad.


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