A todos nos preocupa el futuro de nuestros hijos. Queremos que crezcan sanos, felices, normales. No es tarea sencilla. Quien más, quien menos conoce alguna familia como Dios manda que ha tenido la desgracia de engendrar un hijo sarasa. Si bien esto puede deberse a multitud de factores (alimentos en mal estado, golpes en la cabeza, etc.), hay una serie de precauciones que todo padre responsable debería tomar.
Evita los colores gays
Todos sabemos que el rosa vuelve maricas a los niños, pero la amenaza cromática no termina ahí. Está demostrado que la exposición prolongada a colores ácidos, como el verde eléctrico o el amarillo limón, merma la virilidad. En caso de duda, se recomienda que el niño vista siempre en una gama cromática propia del Excel de un administrativo (gris plomo, azul muerto, marrón cieno, etc).
Fomenta los valores del fútbol
Aunque todos los deportes son sanos porque abren los alveolos, algunos también pueden abrir otras zonas. Es sabido que ciertas prácticas deportivas minoritarias fomentan las relaciones homoeróticas, caso del curling, el esgrima o la natación sincronizada. El fútbol, por el contrario, es una de las más fiables recetas contra la homosexualidad, como demuestra el hecho de que no haya un solo futbolista gay en toda la historia de este deporte.
Vigila las ventanas
Es bien conocida la relación entre los paisajes hermosos y el desarrollo del gen marica. Mantén a tu hijo lejos de esos espectáculos de la naturaleza, especialmente de los más bochornosamente polícromos como los atardeceres de otoño, el arco iris o las auroras boreales (en Noruega el 80% de la población es gay). Si notas que tu hijo empieza a suspirar mirando por la ventana, múdate a un piso interior o a Santiago de Compostela.
Apuesta por la FP
Los homosexuales son vagos por naturaleza. Eso hace que la mayoría acabe dedicándose a labores inútiles caracterizadas por una escasa sudoración. Es el caso de la pintura a acuarela, el cine, el teatro o la música clásica. La mejor manera de evitar que tu hijo claudique a la curiosidad sodomita es alejarle de las llamadas IPR (Infraestructuras de Poder Rosa): museos, teatros y palacios de la música.
Prohibido bailar
Si hay un arte que fomente el desarrollo de las tendencias homosexuales, ese es la danza. Particularmente la clásica. Estudios recientes han demostrado que el relevé tensa el nervio ciático provocando microtrombos en la arteria que riega la zona del cerebro que controla la masculinidad. Aleja a tu hijo de esos entornos depravados antes de que te pida un tutú para reyes alegando que todas sus amigas tienen uno.