El domingo, Artur Mas y otros representantes de Junt Pel Sí publicaban una carta en El País titulada “A los españoles”. Mi Mesa Cojea ha tenido acceso al borrador, escrito en solitario por Mas, antes de que los asesores de prensa deformaran su contenido original.
Pueblo español:
Os quiero.
Os quiero de esa manera en que uno quiere a una tía suya que conoce desde niño y que sabe que es mezquina y mala persona, y probablemente también un poco idiota, pero, qué coño, es la hermana de tu padre.
Catalunya es y siempre ha sido un pueblo integrador. Sirva como ejemplo el caso de algunos andaluces que, instalados en nuestra tierra desde hace décadas, han decidido conservar sus costumbres, tales como no levantarse antes de las 11 o votar al PSOE. Nosotros, lejos de juzgarles, hemos aceptado gustosamente sus exóticas singularidades culturales.
Echando la vista atrás comprendo que nuestro mutuo distanciamiento empezó cuando buena parte de vosotros se mofó de Cobi, símbolo nacional de Catalunya, solo porque no podía dibujarse de frente. La Generalitat hizo entonces denostados esfuerzos por explicar al pueblo español que la bidimensionalidad era un atributo estilístico tan válido como cualquier otro. ¿Y qué respuesta obtuvimos? Curro. Pero los catalanes, files a la elegancia que es propia de nuestro carácter, preferimos no hacer sangre de aquella nariz fálica y multicolor ni de aquella cresta arcoiris. Algo, sin embargo, quedó roto entre nosotros.
No descubro nada si digo que, hoy por hoy, resulta imposible ser catalán en España. El miércoles pasado, sin ir más lejos, intenté, junto con una parte de mi gabinete, hacer un castell en la FNAC de Callao, y un tipo de seguridad nos expulsó de malas maneras. Ésta es solo una de las muchas humillaciones que un catalán sufre a diario en la capital del Estado cuando decide expresarse como tal.
Hace ya tres años que intento, sin éxito, mantener una conversación con el presidente Rajoy. Primero me borró de Facebook y luego me bloqueó en Twitter. Cuando me hice de Instagram, él se pasó a Vine. Cuando me hice de Vine, él se fue a Snapchat. Me instalé Snapchat, pero no hay quien entienda esa aplicación, así que he optado por la independencia, que parece más sencillo.
Siempre suyo,
Artur Mas.
4 comentarios
Laowai
Si el «denostados esfuerzos» en vez de «denodados esfuerzos» es una sutil sátira del más que discutible estilo de Mas en su carta, bien. Si no, has perdido un lector.
Jose Medina
jajajaj
Jose Medina
jajajaj
Inzitan blog
Te has dejado en el tintero el mejor argumento de Sir Arturo: así Rajoy, PORFÍNNNNCOHOONES, no tendría que fingir hablar (y entender) a alguien en las cumbres de estados. Bueno… siempre que el cabrón del Arthur+ no le hable en catalán, claro.