Entrevista exclusiva al Papa Francisco

JOSE: Santidad, buenas tardes.

PAPA: Llámame Fran, todo el mundo me llama Fran. ¿Eres homosexual?

J: ¿Cómo?

P: Que si eres homo, gay. ¿Lo eres, te van los penes?

J: No, no soy… ¿Por qué dice eso?

P: Va, venga, a mí puedes decirme la verdad. Soy el Papa, me acabaré enterando, ¿no ves que Dios me habla?

J: Que no, Santidad, eh… Fran, de verdad.

P: ¿No? ¿Seguro? Mira que yo tengo ojo para estas cosas.

J: Santidad, de verdad…

P: ¡Vale, vale! ¡Es tu vida! ¡Jesús!, tampoco hace falta ponerse así, ¿sabes?

J: Bien, eh… A ver, se dice que es usted un Papa radical.

P: Eso dicen, sí. ¡Ja!

J: ¿No teme ser un elemento incómodo para la propia Iglesia?

P: ¡¿Yo?! ¡Jesús sí que era un cabrón incómodo! Se iba al monte con un montón de tíos durante semanas, imagínate, con lo que le gusta hablar a la gente en Judea. Eso por no habla del vino. Estás en un país donde un montón de gente vive de la uva, ¿y qué hizo él? ¡Convirtió el agua en vino! Tú te matas recogiendo uvas, y de pronto aparece un barbudo y convierte el agua en vino, ¿cómo se te quedaría el cuerpo? Es como si ahora volviese a encarnarse Jesús y convirtiera los Nokia en iPhones. Es un mensaje, ¿entiendes? Te está diciendo: soy el jodido Dios, respect.

J: ¿Entonces considera usted que un Papa debe ser molesto?

P: ¡Puedes jugarte el culo a que sí! Mira a Ratzinger. Todo el mundo cree que un triste, pero nada más lejos de la realidad.

J: ¿No?

P: ¡Ya lo creo que no! Repasa sus declaraciones. El hombre no hablaba mucho, peor cada vez que lo hacía estaba a punto de provocar una puta yihad contra nosotros. ¿Crees que le salía sin querer? ¡Y una mierda!

J: ¿Cómo se lleva con Benedicto XVI?

P: Es un tipo estupendo, en serio, un tío genial. Me encantan esos zapatos rojos de señora burguesa borracha que lleva. Se lo he dicho, le he dicho: Joseph, con esos zapatos pareces una fulana.

J: ¿Y qué te dice él?

P: Se ríe y me llama hispano de mierda. En alemán, claro. Es un tío muy gracioso.

J: ¿En serio?

P: ¿Qué si es gracioso? Mira, recuerdo una comida en el Vaticano en que hizo un Mahoma con miga de pan. El tío lo clavó con su turbante y todo eso. Luego le hizo una foto con el móvil e intentó subirla a Instagram. Hicieron falta tres hombres para detenerlo. Es mas fuerte de lo que parece. Dos días después, anunció que lo dejaba.

J: ¿Sugiere que Ratzinger fue presionado para que abandonase?

P: Bueno, no podría decirlo con seguridad. Verás, él tenía muchas ideas para modernizar la Iglesia, aunque no consiguió que calaran en el Vaticano. Ya sabes cómo es la gente allí, parece que ha bajado Dios en persona para meterles un palo por el culo. De algún modo Joseph les convenció para que le dejaran hacerse un Twitter, pero aquello solo era la punta del iceberg de su plan. Él quería hacer un lipdup en el Vaticano, con toda la curia bailando no se qué canción de Jennifer López. Le encanta Jennifer López, no sé por qué. Incluso se trabajó la coreografía, no se crea, Joseph es muy metódico. Lo que pasa es que nadie le apoyó. Creo que se sentía muy solo. Al final, justo antes de dejarlo, bebía mucho, ¿sabe usted? Se emborrachaba y se ponía a bailar en pelotas, vestido solo con la mitra, ya sabes, el gorro ese dorado que acaba en punta. Tengo un video en el teléfono, ¿quieres verlo?

J: No, gracias.

P: ¿Seguro? Es de mucha risa.

J: No de verdad.

P: Como quieras.

J Santidad, muchas gracias.

P: A ti, chulazo.

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