Falocracias, aerogeneradores y más Caribe del que podemos permitirnos

Si eres vizcaíno, tienes varias casas, varios coches y cuentas con tu propio pene, probablemente seas miembro de la muy selecta -y exclusivamente masculina- Sociedad Bilbaína. Ubicado en el centro de Bilbao, este club es conocido por su altísima densidad de pendientes de perla auténticos y por sobrevivir más de siglo y medio como el principal salón de fumar de la derecha vasca.

Esta semana, la falocrática y muy cristiana Sociedad Bilbaína ha acogido una conferencia de Ignacio Martín organizada por la igualmente falocrática e igualmente muy cristiana Universidad de Deusto. Martín fue carne de titular en las páginas salmón hará un año, cuando accedió a la presidencia de Gamesa. Si no está usted puesto en empresas de próximo derrumbe, sepa que se trata de una enorme multinacional vasca que cotizaba en el Ibex 35 y centra su actividad en la fabricación y comercialización de aerogeneradores.

Al poco de llegar Martín a la presidencia, otro titular sobre fondo salmón anunció que su sueldo se reducía en la mitad. Nunca sabremos si por decisión propia o -mas probablemente- por imposición del consejo de administración, pero el hecho es que Martín habría de conformarse con ganar 450.000 euros anuales más un variable del 50% del fijo, muy lejos del millón y medio anual que declaraba el anterior presidente.

En su charla patrocinada por los jesuitas y la élite con pene vasca, Martín soltó una serie de obviedades que difícilmente pasarían la preselección de un TEDex de provincias. A cambio, lanzó dos ideas que, de haber sido pronunciadas ante un respetable menos sofisticado y con menos barcos que el allí congregado, habrían provocado, como mínimo, algún que otro altercado verbal.

Idea prende mechas número uno: para una empresa grande y seria, arrastrar la marca España es, hoy por hoy, un problema bastante jodido. Eso ya es frustrante para una empresa Aragonesa, ¡pero imagínate para una vasca! España, antes tan solo un molesto país, se ha convertido ahora en un lastre cuyo verdadero peso, en palabras del empresario, solo se aprecia cuando uno intenta hacer negocios ahí fuera. Muchos inversores, afirmó Martín, desconfían incluso de los avales firmados por bancos españoles, lo que está llevando a empresas como Gamesa a buscar la alianza de bancos extranjeros.

Idea prende mechas número dos: «hay que rebajar el Estado del Bienestar». Así lo explicitó, literalmente, el empresario. La sentencia no deja mucho lugar a segundas interpretaciones, pero, por si acaso, el señor Martín tuvo a bien ilustrarla con un colorido ejemplo. Todo el mundo, aventuró el empresario, quiere irse de vacaciones un mes al Caribe, pero “a lo mejor, si vienen mal dadas, no hay que ir al Caribe.”

Al menos no acabó la charla asomado a la ventana gritando «¡pobres de mierda!» Hay que agradecérselo. Eso y lo muy claro que dejó el señor Martín que los aerogeneradores de Gamesa se comportan como cualquier ventilador más modesto cuando se coloca mierda delante.

25 comentarios

  • Has olvidado mencionar que para entrar en esa sociedad es requisito imprescindible haberse extirpado las dos últimas costillas.

  • Bueno, ni de Bilbao ni tengo pene, lo llevo claro. Aunque no sé si encajaría en esa sociedad, quién sabe, cuando se tiene dinero tal vez la forma de pensamiento varíe, habría que comprobarlo.

  • Pues aún siendo aragonés, te diré que ciertamente lo de cargar con la marca España sí que se ha notado. Y me explicaré. Yo monté una pequeña empresa en Chile un par de años antes de la crisis. Todo genial allí… hasta que empezaron a llegar todas las empresas que venían corriendo de la crisis y todos los que venían corriendo sin empresa. Y puedo decir que tuve que explicar hasta la saciedad a posibles clientes que nosotros llevábamos funcionando varios años allí. El haberse fundado con capital y personal español, pasó en estos años de ser un plus a ser un handicap. Desconozco si en otros países ha pasado lo mismo, en todo caso. Aunque tampoco he podido irme al Caribe nunca, no sé.

  • No hace falta ser un genio para saber que la marca España es una basura y quien lo niegue, le recomiendo un viaje a Francia (por eso de que está cerca y tal) o a Alemania donde solo nos aprecian por Mallorca y la cantidad de ingenieros cualificados que les enviamos.

  • Mierda Jóse, las tenía con stop loss. Me acabas de joder la posición. Ya ni se puede ni especular en este país de mierda. Ahora qué, qué hago, como me pago mi escapada de finde a Kuala Lumpur, ¿viajando en Raynair?.

  • Por cierto. Sé que a ti no te dejarían entrar en una reunión tan selecta de penes y vaginas Vascas. Así que, recuerda retirar el micro del tiesto del bonsai.

  • Sobre el primer punto, unos de los mayores responsables de la imagen exterior de España son aquellos que trabajan fuera de España, caso de la empresa de este señor. Por tanto, si la marca España es tan penosa, lo es en buena medida por la imagen que dan, entre otras, Gamesa.
    Sobre el segundo punto. Yo no creo que ser rico sea motivo de vergüenza, ni un delito, aunque sí que es signo de educación y cultura no alardear de lo que se tiene, sobre todo delante del que no tiene. Como esta eduación no parece ser el punto fuerte del señor Martín, me puedo hacer una idea de por qué en el extranjero nos consideran unos patanes: creen que todos somos como Don Ignacio Martín.

  • La «marca España» será basura pero la mayor parte de las empresas vascas exportadoras la usan. Parece que sigue siendo mejor tarjeta de presentación que la «marka Euskadi», «marca Euskal Herria» o lo que sea la alternativa.

    Madre mía, madre mía. Que de gente selecta en los puestos de dirección.

  • Pues totalmente de acuerdo con el tal Ignacio Martín:
    – La marca España hoy en día tiene una clara connotación negativa en el extranjero, nos guste o no.
    – El Estado del bienestar, no es que haya que rebajarlo, es que se ha rebajado. Sea nuestra culpa o no.

  • Virgencita que me quede como estoy, ya que si es por estas gentes iríamos en zapatillas, sin calefacion, agua caliente y ni coche ni viajes ni nada. Exclavos trabajadores de sus compañías en la que ellos si tienen sueldos de bienestar.

  • Decir que a la tierna edad de 15 años, me obligaron a asistir a una Boda en ese sitio….en la penumbra de una de sus salas , disfrutando a escondidas de un canuto …quemé un magnifico y viejo sofá de cuero…….el cojin donde uno se sienta….mi cabeza que pese a los efectos del peta funcionó y me ordenó darle la vuelta, ….cuando levanto…me encuentro una bolsita parcticamente vacia de cocaina.

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