¡Uy, qué pregunta!

Josu Juaristi. Fotografía: Euskal Herria Bildu

Las tres palabras del título, en exactamente ese orden, constituyen la respuesta de Josu Juaristi, candidato de EH Bildu al Parlamento Europeo, a la pregunta:

«¿Cree que estuvo mal el terrorismo de ETA?»

Se la lanza un periodista de El Correo y él responde eso, «¡uy, qué pregunta!», y añade luego que mejor miramos al futuro porque, con el potencial humano y económico vasco, fíjese usted lo bien que nos puede ir a todos y a todas.

Que a un candidato de EH Bildu le pregunten por ETA y responda con el PIB no es nuevo. La innovación de Juaristi, lo verdaderamente revolucionario, es esa sorpresa inicial, ese desconcertado «¡uy, qué pregunta!»

El candidato, al parecer, no se esperaba semejante cuestión y reacciona como si el periodista, en un arrebato de locura, le soltase:

-Señor Juaristi, ¿le gusta a usted ponerse la ropa interior de su señora?

-¡Uy, qué pregunta!

El motivo de semejante desconcierto es un misterio que la entrevista no desvela. Quizá es que Juaristi no ha dedicado un minuto a reflexionar sobre el tema, en cuyo caso, creo yo, hubiese sido más adecuada una respuesta del tipo:

-Hostia, pues nunca lo había pensado, la verdad. ¿El terrorismo, malo? ¡Qué interesante posibilidad! Lo pensaré en otro momento, se lo prometo.

Existe, sin embargo, otra posible explicación, y es que Juaristi sí tenga un discurso construido al respecto, pero sea tan largo y complejo, tan rico en matices, que prefiera guardárselo para una mejor ocasión.

Al fin y al cabo, en esta campaña hay que hablar de Europa, no de si uno está o no de acuerdo con que se mate a la gente que opina distinto.

14 comentarios

  • En el otro sentido también funciona. Me tomo la libertad de hacer un diez minutos y hacerle una entrevista imaginaria a Cañete (o a cualquier otro mandamás de su partido), en la que le pregunto si cree que estuvo mal la dictadura de Franco. La respuesta no sería muy distinta a la de este sorprendido bildurita, o bildurense, o como se diga.

  • Cuando se hacen preguntas estúpidas… ¿Y por qué ese periodista tan sesudo no le hace la misma pregunta sobre los GAL a Valenciano? ¿O sobre las bombas de racimo que todos los gobierno español ayudaron a promocionar? Etc etc. El perro no muerde la mano que le da de comer…

  • Hombre, el periodista estaba delante de Juaristi, no de Valenciano, ni del gobierno español, ni etc., etc. … Si que se utilicen bombas racimo justifica esa respuesta… pues, mejor no preguntar ni oir respuestas, ¿no?

  • En realidad las posibilidades abiertas por «Diez Minutos» y sus entrevistas imaginarias son el paso adelante de la falta de necesidad de nadie que haga preguntas. Todos sabemos que la política es el arte de hacer que, cualquier pregunta, sirva para colocar la respuesta que traía preparada (y que la cosa cuele, que siempre funcionará con los acólitos y nunca con los enfrentados).

    ¡Uy, qué hastío!

  • En general, el nivel de nuestros políticos es de pena, y eso incluye la dialéctica. Faltan reflejos, retórica… Incluso para ser «equidistante» (palabreja de moda) y no mojarse, hay que tener ciertos mimbres.

    Pero lo mismo ocurre con el periodismo, la pregunta es como para colgársela de los huevos: «¿Cree que estuvo mal el terrorismo de ETA?». Algo similar podría haberse planteado de trescientas maneras distintas, y todas serían mejores.
    Parece la pregunta de un niño de primaria.

  • «Cree que estuvo mal el terrorismo de ETA?» pregunta sesuda donde las haya. Si es que tenemos un nivel…
    Cuando podía preguntarle cosas como: «cree que pasar hambre está mal?; la violencia de género le parece bien?; cree que las guerras molan? le parece mejor matar por pensar distinto o por venganza personal?»

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