Entrevista exclusiva al juez Silva

Foto: Antonio Marín Segovia (Flickr)

JOSE: Magistrado, ¿se considera usted especial?

SILVA: Bueno, yo no diría que soy mejor. Digamos que soy especial.

J: Eso he dicho.

S: ¿Cómo?

J: Que no he dicho mejor, he dicho especial.

S: Ah. Pues sí, perfecto. Especial, sí. Siempre lo he sido, en realidad. Ya desde muy chico supe que tenía un don.

J: ¿A qué se refiere?

S: Verás, escribí mi primer tratado cosmológico a los nueve años. Se perdió para siempre porque mi madre lavó los pantalones con el texto en el bolsillo, pero le aseguro que era fascinante. Replanteaba todo lo que sabíamos de la materia oscura hasta el momento. Por entonces yo quería dedicarme a la cosmología porque sentía que solo los misterios del Cosmos estaban a mi altura intelectual. No obstante, algunas noches miro las estrellas y me digo: «si anduviese mejor de tiempo, pondría a Dios contra las cuerdas». Quién sabe, quizás cuando me jubile.

J: Ya. Hablemos de su trayectoria política. ¿Le apoya el 15-M?

S: Por supuesto.

J: ¿Cómo lo sabe?

S: Porque me lo ha dicho.

J: ¿Quién?

S: El 15-M.

J: Ya, ¿pero quién en concreto?

S: Juan.

J: ¿Juan? ¿Quién es Juan?

S: Uno del 15-M, uno muy majo que tiene un ojo así como torcido, ¿no sabes?

J: Ni idea.

S: Pues ése.

J: ¿Y Juan representa al 15-M?

S: ¿Podemos cambiar ya de tema, por Dios? Soy un hombre ocupado, ¿sabe?

J: Bien, eh… En su partido ha hecho primarias abiertas y solo se ha presentado usted. Hay quien lo considera… extraño.

S: Ciertamente es poco habitual. Me consta que mucha gente sopesó la idea de presentarse y luego se dijeron: ¿pero qué puedo hacer yo contra alguien como Elpidio Silva? Vive Dios que les comprendo muy bien. A veces yo mismo me siento amedrentado por mi propia carisma. De hecho, tuve que quitar mis fotos de casa porque más de una vez sorprendí a mi gato copulando con ellas.

J: ¿Su partido es usted y cuánta gente más?

S: ¿Qué quiere decir con «gente»?

J: Personas, ¿cuántas son?

S: Que me parta un rayo si lo sé. Entenderás que no tengo tiempo para ir por ahí contando a la gente, no soy una puta azafata. Yo defiendo la ley de nuestros enemigos, hijo. La gente como tú me necesita. Te burlas de mí, pero, cuando te vas a la cama, secretamente das las gracias porque haya hombres como yo protegiendo tu culo.

J: Eh… Magistrado, eso es de «Algunos hombres buenos».

S: No tengo ni idea de qué estás hablando.

J: Eso que ha dicho, que lo decía Jack Nicholson en una película.

S: Jodido Nicholson, siempre estamos igual. Cada vez que me despisto, me roba frases. (Suena un mensaje) Oh, perdona, me acaba de llegar una notificación de Badoo (popular red social cuya finalidad es facilitar el coito).

El magistrado mira el móvil y ríe. Teclea durante varios segundos.

S: Ya está, perdona. Es una chica de Cuenca que quiere que le saque al abuelo de una cuneta.

J: ¿Trata usted asuntos de memoria histórica por Badoo?

S: Bueno, no hay una ley que lo prohíba, ¿no es cierto?

J: Me gustaría que me explicase sus planes en Bruselas.

S: ¿De qué hablas? Yo no he ido a Bruselas en toda mi maldita vida.

J: Me refería a las Europeas. Si consigue usted…

S: Ah, sí, vale, esa Bruselas. Bien, pues lógicamente… eh… yo lucharía contra la… eh… desigualdad.

J: ¿Podría concretar?

S: Te lo explicaré con una metáfora. Supongo que conoces los muffins.

J: Sí.

S: Bien, los muffins no dejan de ser unas magdalenas de mierda. Solo que no son unas magdalenas de mierda, son unos muffins y cuestan tres euros. ¿Y eso por qué? Porque son inglesas. ¿Entiendes lo que quiero decir?

J: Pues…

S: Lo que quiero decir es que nos están cobrando tres euros por una puta magdalena solo porque viene de un país rico. ¿De verdad queremos vivir en una Europa con dos reposterías? Yo digo no a eso.

Suena otra notificación.
S: Me vas a perdonar, pero tengo que irme a luchar contra el crimen.

J: Claro, magistrado, muchas gracias por su tiempo.

S (mirando al móvil): ¡Ja, ja, ja! ¡Qué locas están las de Valladolid! Dios, adoro la Justicia.

6 comentarios

Deja un comentario

Tu e-mail nunca será mostrado o compartido. No olvides rellenar los campos obligatorios (marcados con *) o conectarte.