SEGUIRILLA VASCA

Cuando me ve mi novio
con esta blusilla de encaje morá
yo no sé lo que se le figura
que me dice que me quiere máh.

Y a veces, muy bajito, susurraba un: “Ole”.Un día Harkaitz salió a la calle y, él solo, a plena luz del día, prendió fuego a un cajero automático. Fue detenido por terrorismo callejero y recluido en Alcalá Meco.Hace dos años de eso y hoy ya nadie le llama Harkaitz sino Pimientito. Y todos en la cárcel saben que es un buen tipo. Por eso, cuando algún preso se le acerca y le pregunta qué problema hay en Euskadi, él se limita a coger su guitarra y canturrea:

¿Por qué se viste de negro, ay, de negro,
si no se le ha muerto nadie?
¿Por qué está siempre encerrada, ay, por qué,
como la que está en la cárcel?

Del porqué de este porqué
la gente quiere enterarse.
Cuatro suspiros responde
y no los entiende nadie.

Y olé.

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